¿Por qué de pequeños nos gustan tanto los animales?

Cuando somo pequeños nos sentimos fuertemente atraídos por los animales. Los niños los adoran, ya sean perros, gatos, cerdos, gallinas, burros, corderos… o animales más exóticos que solo pueden ver en televisión, en libros, en internet o en cautiverio, como osos, jirafas, tigres, elefantes, rinocerontes… ¿pero por qué sienten esta fuerte atracción?

¿Qué hay de interesante o mágico en ellos para que en muchos casos esta fascinación nos acompañe toda nuestra vida y decidamos hacer una carrera universitaria relacionada con los animales como la zoología, la veterinaria o la biología marina entre otros?

Vamos a ver en este artículo lo que opinan los psicólogos.

 

Motivos según la psicóloga Anne Gatecel de este amor de los niños por los animales

Son muchos los estudios que se han llevado a cabo para tratar de averiguar por qué los niños sienten esa fuerte atracción por los animales, y ahora vamos a ver las razones que nos da la psicóloga y psicoanalísta Anne Gatecel.

 

Animales

 

Sonidos divertidos

Desde pequeños los papás y mamás se pasan horas haciéndoles a sus niños los sonidos que hacen los distintos animales y estos aprenden desde que son bebés a decir y reconocer: ¡Miau! ¡Guau! ¡Beee!  Y difícilmente se equivocan, ganándose el aplauso de los adultos. No es de extrañar, por tanto, que su relación con los animales empiece por el buen camino.

Estas onomatopeyas a los niños les resultan fáciles de memorizar y así comienzan a comunicarse con sus familiares adultos. Ante la pregunta: ¿Qué sonido hace el perro? El niño responderá orgulloso guau, guau, y a papá y a mamá se les caerá la baba. También resulta muy divertido escuchar como mamá hace el sonido de la gallina mientras mueve sus brazos para imitarla.

 

Sus personajes favoritos

Si tenemos en cuenta que la mayoría de los protagonistas de las historias, cuentos y dibujos animados infantiles son animales, tampoco es de extrañar que los niños se sientan atraídos por ellos.

Los animales por los que se sienten más atraídos son los mamíferos, pues suelen ser los protagonistas en la ficción y aparecen humanizados, comportándose como ellos.

 

Contacto real y cercano para aprender

A los niños pequeños también les fascina ver a los animales en directo para aprender de ellos, oírlos, tocarlos, darles de comer… y la mayoría de ellos no sienten miedo cuando tienen menos de tres años, aunque los animales, como vacas o caballos, superen en mas de diez veces su tamaño.  Aunque, como siempre, hay excepciones, si los pequeños prefieren no acercarse demasiado, si se sienten temerosos, es mejor no insistir.

Los niños se sienten fascinados cuando ven ordeñar a una vaca, esa gran ubre de la que sale leche, o les resulta super divertido ver a dos cerdos jugando en el barro.

 

Uno más de la familia

Cuando el niño tiene la suerte de contar con un animal como mascota, entonces se le considera un miembro más de la familia. El perro o el gato son los más queridos y las mascotas más frecuentes y son para ellos el compañero de juegos ideal.

Afortunadamente, los animales suelen tener una enorme paciencia con los mas pequeños, incluso cuando estos son bruscos, y los niños, poco a poco, van aprendiendo a tratarlos con más cuidado, más amor y más respeto.

 

Ventajas de tener una mascota según la psicóloga Anne Gatecel

La mayoría de los niños desean ver cumplido su sueño de tener un perro o un gato como mascota, y aunque no es una decisión que se pueda tomar a la ligera por la responsabilidad que entraña, sí que es cierto que les reporta grandes beneficios, como asegura la psicóloga Anne Gatecel.

 

Un animal le hace bien

Los niños y los animales están destinados a entenderse, sobre todo cuando estos son cachorros, pues les encanta jugar juntos. Pero su complicidad no se limita al juego y va mucho más allá, pues ambos tienen que atajar las órdenes de los adultos y están sometidos a ciertas prohibiciones que crea vínculos. Además, la relación con las mascotas suele ser más sencilla y no crea rivalidad ni aparecen los celos, como puede suceder en el caso de los hermanos.

Los animales, además, acuden en primer lugar ante el llanto del pequeño para tratar de consolarlo, y este se siente reconfortado tan solo con su presencia y con poder acariciarlo.

 

Un animal les enseña valores como el respeto y la responsabilidad

Las mascotas, como los perros y gatos, suelen ser muy pacientes con los más pequeños, pero también se rebelan en ocasiones cuando el niño se excede en su comportamiento. Es muy probable que en alguna ocasión les amenaza con una dentellada o un zarpazo, y esa es su manera de hacerse respetar, de hacerse valer como seres vivos, para que los niños aprendan que no son simplemente juguetes.

Un animal también enseña a los pequeños el valor de la responsabilidad y se preocupan de su bienestar, de alimentarlos, de cuidarlos…

 

Un animal le enseña las etapas de la vida

Un perro o un gato es la mejor forma que tienen los niños de aprender de primera mano las etapas de la vida, pues como ser vivo nace, crece, se reproduce y muere. A través de su mascota, el niño comprende y acepta estas etapas al vivirlas muy de cerca, celebrando los mejores momentos, como cuando tienen crías, y llorando por su muerte. Es una forma sana de aceptar cómo funciona la naturaleza y le dan oportunidades muy hermosas para crecer y madurar, siempre con la ayuda de los padres que aprovechen estas ocasiones para hablar con ellos de estas etapas y momentos críticos.

 

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