En la actualidad, existen diferentes centros homologados en la especialidad de salvamento y socorrismo acuático
Sin duda alguna, la formación se ha convertido en un aspecto fundamental a la hora de desarrollar cualquier tipo de actividad profesional. Un claro ejemplo de este hecho, lo vemos reflejado en el ámbito del socorrismo, ya que para ejercer esta profesión es necesario disponer de un título oficial. A pesar de este requisito, la realidad es que hay mucho intrusismo laboral en la profesión de socorrista, lo cual supone un grave delito.
Y es que las piscinas, las playas, y en general, las zonas de baño comunes requieren la presencia de un socorrista titulado. Por ello, siempre que se quiera desarrollar la actividad de socorrista, hay que confiar en un centro homologado en la especialidad de salvamento y socorrismo acuático para obtener un curso de socorrismo oficial. De este modo, se puede ejercer la profesión sin ningún tipo de problema.
Además, también es muy aconsejable complementar esta formación con otra disciplina como la fisioterapia, la rehabilitación o la osteopatía. Es muy reseñable el caso de la fisioterapia, puesto que es un complemento perfecto para los socorristas, los cuales tienen que acudir de vez en cuando a alguna clínica de fisioterapia para poner a punto sus músculos, o incluso, para tratar diferentes dolores musculoesqueléticos.
¿Cómo debe ser la formación de un socorrista?
La forma física, el material de rescate acuático y la motivación profesional juegan un importante papel en la labor de los socorristas, sin embargo, para ejercer la actividad es necesario tener una certificación oficial. Y es que aunque a priori puede parecer una profesión muy tranquila, lo cierto es que el socorrista debe estar preparado para actuar de inmediato ante diversas situaciones de emergencia.
En muchas ocasiones, la vida de las personas depende de su correcta actuación, de manera que es fundamental estar bien formado, y sobre todo, tener una acreditación homologada en la especialidad de salvamento y socorrismo acuático. En este tipo de cursos oficiales, las personas reciben formación específica, la cual les permite actuar rápidamente en caso de que ocurra algún acontecimiento inesperado.
En un curso desocorrismo homologado, se imparte formación en primeros auxilios, RCP -reanimación cardiopulmonar- y DESA -Desfibrilador Externo Semiautomático- por parte de auténticos profesionales, de modo que las personas aprenden a realizar de forma efectiva las principales maniobras de salvamento. Además, también reciben formación para curar pequeños cortes o arañazos.
Por estas razones, los cursos de socorrismo se han convertido en un requisito indispensable a la hora de ejercer la profesión, ya sea en una piscina privada, en una playa o en un espacio natural de baño. Todos los socorristas deben estar formados y entrenados para actuar rápidamente, puesto que en situaciones muy concretas, su intervención puede salvar la vida de muchas personas.
¿Por qué es tan importante la labor del socorrista?
Con la llegada del verano, la mayoría de las personas ya están pensando en organizar algún viaje a la playa, o simplemente, a la piscina más cercana. Aunque por lo general, casi todas las personas son responsables y cumplen con las normas establecidas, en ciertas ocasiones, algunos usuarios no las respetan y ponen su vida en peligro. Por ello, la labor de los socorristas profesionales es fundamental en este sentido.
Y es que ellos son los encargados de velar por el cumplimiento de estas normas, tanto en las playas como en las piscinas -municipales o privadas-. Gracias a su actuación, los bañistas pueden disfrutar al máximo de estos espacios, evitando en todo momento accidentes peligrosos. En ambos casos, la formación del socorrista es común, sin embargo, sí que recibe un entrenamiento más específico en función del entorno.
Obviamente, el tamaño del espacio a socorrer varía notablemente, ya que por ejemplo, en las playas hay más agua, y por ende, suele haber mayor cantidad de bañistas. Por ello, todos los socorristas de playa deben trabajar su capacidad visual, puesto que en muchas ocasiones, una enorme multitud de bañistas puede ocultar una situación de riesgo. Además, también deben trabajar los rescates en este espacio de baño.
Las corrientes marinas, las zonas rocosas y los animales marinos pueden influir en el rescate de los bañistas, por lo que el socorrista de playa tiene que estar preparado para enfrentarse a este tipo de factores. Y por supuesto, en los cursos de formación oficiales, los socorristas reciben nociones específicas para coordinarse rápidamente con los servicios de salvamento marítimo.