¿Cómo debe enfocarse la educación en casa, el homeschool?

La educación en casa, que se conoce como homeschool, es una práctica legalizada en 30 países, pero no todos ellos cuentan con las mismas restricciones. Dinamarca, Estados Unidos, Rusia, Irlanda, Portugal, Noruega, Francia o Polonia  son algunos ejemplos, e incluso España permite esta práctica, pues está amparada en la Constitución. Sin embargo, la normativa de la educación lo dificulta.

En España, ocurre también que la práctica de esta fórmula de docencia está más integrada en comunidades como Madrid, Cataluña o País Vasco. En otras como Andalucía, la administración se muestra más hostil cuando detecta un caso y obliga a escolarizar al pequeño. En España, la educación obligatoria se extiende desde los 6 a los 16 años.

¿Qué puede hacer una familia que desea escolarizar a sus hijos en casa?

El modelo de homschool, que tiene partidarios y detractores, es una fórmula tan viable desde un aspecto docente como lo puede ser la enseñanza en centros educativos. Sin embargo, para que sea satisfactorio han de cubrirse una serie de requisitos que no todas las familias pueden cumplir.

Si una familia se está planteando este modelo, una recomendación interesante es localizar y ponerse en contacto con asociaciones u otras familias que ya lo estén poniendo en práctica, para conocer la realidad del modelo.

Además, es igualmente importante adaptarse a los contenidos que exige la normativa educativa, pues si se va por libre se pasa del homeschooling a la práctica del unschooling, que aboga por seguir una educación sin seguir un currículo académico, de manera completamente autónoma.

Todas las enseñanzas han de registrarse en un dossier donde se justifique que no hay abandono en la educación del menor, sino que se está siguiendo un método de formación alternativo. Esto puede servir como pruebas de que los menores han estado siendo educados en caso de una inspección administrativa.

¿Es el homeschool una fórmula práctica para evitar la propagación del virus?

El debate sobre la educación en casa lleva años sobre la mesa. Muchas familias se interesan por esta práctica porque pueden permitírselo, porque no olvidemos que esta fórmula obliga a muchos más sacrificios y la necesaria conciliación laboral, familiar y educativa.

Sin embargo, el año 2020 nos trae un nuevo escenario, ¿es posible que crezca el interés por el homeschool como fórmula para evitar la propagación del virus? Algunos defensores de este método educativo dirán que sí, e incluso tendrán argumentos para seguir apostando por esta vía debido a que, si hay un aumento agravado de contagios y los colegios se tienen que cerrar, la educación en casa puede continuar sin más.

Los detractores de la educación en casa consideran que no es apropiado apostar por ello porque esto impide la sociabilización de los niños. La educación en los centros escolares es mucho más que adquirir conocimientos y el contacto social con otros niños ayuda a desarrollar sus capacidades de socialización, algo que no ocurre con el homeschool, aunque es cierto que muchos padres buscan alternativas para evitar el aislamiento de los pequeños.

¿Qué diferencias hay entre el homeschool y la educación a distancia?

Llegados a este punto es importante diferenciar entre educación en casa y educación a distancia. Se puede estudiar la primaria en línea en México, por poner un país como ejemplo, pero adaptándose a la normativa educativa y amparándose en los currículos que obliga la ley.

Esta fórmula es válida tanto para niños como para adultos y en otros países está también integrada, aunque más enfocada hacia la enseñanza para adultos. Estudiar en línea es cada vez más popular entre muchos usuarios que ven cómo, tras años sin poder haber cumplido sus objetivos formativos, pueden hacerlo ahora con la comodidad de internet, compatibilizando esta práctica con otras actividades.

La educación a distancia es bienvenida especialmente en países con una tasa de abandono escolar muy alta. Con el paso de los años, e incluso siendo ya niños si no se dan las circunstancias suficientes para acudir todos los días a un centro escolar, recuperar estas ansias por adquirir conocimientos tiene mucho mérito.

Con educación en casa, en el centro escolar o a distancia, si hay algo que es indudable es que la educación no debe verse paralizada por la presencia del virus. Las administraciones públicas y toda la comunidad educativa deben conseguir medios y recursos para seguir garantizando la educación de calidad como derecho básico.

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