Nadie podría argumentar que la educación de un hijo no exige tiempo y esfuerzo. Si bien el educar a un hijo puede ir aprendiéndose de manera natural, ser un buen padre es mucho más complicado. Si quieres saber cómo educar a tu hijo, sigue estos pasos.
Parte 1: Desarrollo de una rutina saludable
Prioriza el educar a tu hijo en primer lugar. Esto es difícil de hacer en un mundo con tantas tareas que nos quitan el tiempo. Los buenos padres planean conscientemente cómo educar a un hijo, y dedican tiempo a la educación. Ellos hacen de la educación de sus hijos su principal prioridad. Una vez que eres padre, tienes que aprender a poner tus prioridades por debajo de las de tus hijos, y hacer el sacrificio de dedicarle más tiempo a ellos que a tí. Por supuesto, no te debes descuidar a tí mismo por completo al estar planeando cómo educar a tu hijo, pero debes acostumbrarte a la idea de poner las necesidades de tu hijo primero.
- Si tienes un cónyuge, entonces pueden turnarse en el cuidado del niño, de modo cada uno pueda tener tiempo para sí mismo, distendiendo un poco la mente de la educación del niño.
- Cuando planees la rutina semanal, las necesidades de tu hijo, deben ser tu principal objetivo.
- Lee con tu hijo todos los días. Cuando tu hijo llegue a los 15 años, apreciará esto en particular. Ayudar a fomentar el amor por la palabra escrita, ayudará a tu hijo a desarrollar amor por la lectura más adelante, además de que la lectura te aportará a ti muchas pistas acerca de cómo educar a un hijo. Establece un tiempo de lectura para tu hijo todos los días -por lo general, cerca de la hora de dormir o de la siesta. Dedica por lo menos de media hora a una hora de lectura con tu hijo todos los días, si no más. No sólo se fomentará en tu hijo el amor por la palabra; además tu hijo tendrá una mejor oportunidad de éxito, tanto académico como conductual. Los estudios demuestran que los niños que leen a diario demuestran mejor comportamiento en la escuela.
- Una vez que el niño empiece a aprender a leer o a escribir, deja que él se haga cargo. No corrijas sus errores cada dos segundos, o se desanimará.
- Cenen en familia. Una de las tendencias más peligrosas de la familia moderna es la muerte de la comida familiar. La mesa de la cena no es sólo un lugar de sustento y de asuntos familiares, sino también un lugar para la enseñanza y transmisión de nuestros valores, elementos clave cuando aprendemos cómo educar a un hijo. Los modales y reglas son aprendidos sutilmente en la mesa. La hora de la comida familiar debe comunicar y mantener esos ideales en que los niños se basarán durante toda su vida.
- Si tu hijo es melindroso con la comida, no pases el tiempo de la cena criticando los hábitos alimenticios de tu hijo y viendo lo que él o ella no se come, como si fueras un halcón. Esto llevará a tu hijo a desarrollar una asociación negativa con las comidas en familia.
- Involucra a tu niño en la comida. La cena será más divertida, y entenderás mejor cómo educar a tu hijo, si te «ayuda» a escoger los alimentos en el supermercado, o te ayuda a poner la mesa, o a hacer pequeñas tareas relacionadas con los alimentos, tales como el lavado de las verduras que vas a cocinar. Un niño mayor, obviamente, puede manejar algo más que lavado de verduras. Involucra a toda la familia en la planificación del menú familiar.
- Mantén durante la cena una conversación abierta y clara. No sometas a tu hijo a un interrogatorio agobiante, esto es contraproducente al educar a un hijo. Simplemente pregunta, «¿Cómo estuvo tu día?»
- Establece una estricta rutina para dormir. A pesar de que tu hijo no tiene que ir a la cama durante el mismo margen de cinco minutos cada noche (Hay que saber también cómo educar a un hijo para que sea flexible), debes establecer una rutina que tu hijo pueda seguir y adherirse a ella. Los estudios demuestran que las habilidades cognitivas de los niños pueden bajar de nivel dos grados completos después de sólo una hora de sueño perdida, así que es importante que consigan descansar lo más que se pueda antes de enviarlos a la escuela.
- Tu rutina debe incluir algún tiempo de finalización. Apaga la televisión, la música o cualquier dispositivo electrónico, y en lugar de ello habla con tu hijo en voz baja en la cama o lee con él. Esto también refuerza lazos afectivos, vitales si nos interesa cómo educar a un hijo.
- No le des a tu hijo alimentos azucarados justo antes de acostarse, o va a ser más difícil conseguir que se duerma.
- Anima a tu niño a desarrollar sus habilidades cada semana. Aunque no tienes que inscribir a tu hijo en diez actividades diferentes cada semana, debes encontrar al menos una o dos actividades que a tu hijo le guste hacer, e incorporarlas a su rutina semanal; la actividad extracurricular te enseñará mucho acerca de cómo educar a un hijo. Esto puede ser cualquier cosa, desde el fútbol, hasta la clase de arte -realmente no importa, siempre y cuando tu hijo muestre talento o amor por algo. Dile a tu hijo que está haciendo un gran trabajo y aliéntalo a seguir adelante.
- Llevar a tu hijo a las diferentes clases también le ayudará a socializar con otros niños. Apoyar la socialización es fundamental en el proceso de educar a un hijo.
- No seas perezoso. Si tu hijo se queja de que no quiere ir a las clases de piano, pero sabes que en el fondo le gusta, no cedas sólo porque no tienes ganas de conducir hasta allá.
- Dale a tu hijo suficiente tiempo para jugar todos los días. «Tiempo de juego» no significa que tu hijo se va a sentar en frente de la televisión chupando un bloque de construcción mientras tú lavas los platos. «Tiempo de juego» significa dejar que tu hijo se siente en su habitación o zona de juegos y se entretenga activamente con juguetes estimulantes mientras le ayudas a explorar sus posibilidades. Aunque puedas estar cansado, cuando te interesas en educar a tu hijo, es importante que le muestres los beneficios de jugar con sus juguetes para recibir el estímulo que necesita, y así aprende a jugar con ellos por su cuenta.
- No importa si no tienes 80 millones de juguetes para que tu hijo juegue. Es la calidad, no la cantidad de los juguetes lo que cuenta. Y puede que veas que el juguete favorito del mes para tu hijo, es un rollo vacío de papel higiénico.
Parte 2: Amar a tu hijo
Aprende a escuchar a tus hijos. Influir en su vida es una de las cosas más grandes que puedes hacer, y una de las más vinculadas a cómo educar a un hijo. Es fácil desconectarse de nuestros niños y perder una oportunidad para la orientación significativa. Si nunca escuchas a tus hijos y pasas todo el tiempo dictándoles órdenes, no se sentirán respetados ni cuidados.
- Anima a tus hijos a hablar. Eso es también educar a un hijo. Ayudarles a que se expresen desde muy temprano puede ayudarles a comunicarse con éxito en el futuro.
Trata a tu hijo con respeto. Nunca hay que olvidar que tu hijo es un ser humano que vive y respira, y que tiene necesidades y deseos al igual que el resto de nosotros. Cómo educar a un hijo en el respeto, se logra respetando. Si tu hijo es melindroso con la comida, no lo reprendas constantemente en la mesa; si es lento aprendiendo a usar la bacinica, no le avergüences hablando de ello en público; si prometiste a tu hijo que lo llevarías al cine si se portaba bien, no retires tu promesa porque estás demasiado cansado.
- Si respetas a tu hijo, entonces es mucho más probable que tu hijo te respete en reciprocidad.
1. Entiende que no puedes amar demasiado a tu hijo. Es un mito entre quienes dicen saber cómo educar a un hijo, que amar “demasiado” a tu hijo, alabar “demasiado” a tu hijo, o duchar a tu hijo con «demasiado» afecto, puede convertirlo en un niño mimado. Dar a tu niño amor, afecto y atención estimulará positivamente a su hijo a desarrollarse como un ser humano. Dar al niño juguetes en lugar de amor, o no reprender a tu hijo cuando se porta mal, es lo que echará a perder a tu hijo.
- Dile a su hijo lo mucho que lo amas, al menos, una vez al día – pero preferiblemente, tan a menudo como puedas. Es un signo de que has estado aprendiendo cómo educar a tu hijo.
2. Involúcrate en la vida diaria de tu hijo. Tomará esfuerzo y fortaleza el estar allí para tu hijo todos los días, y es un aspecto exigente del cómo educar a un hijo; pero si quieres animar a tu hijo a desarrollar sus propios intereses y carácter, debes crear un fuerte sistema de apoyo para él. Esto no significa que tienes que seguir a tu hijo cada segundo del día, pero sí significa que tienes que estar allí en todos los pequeños momentos, desde su primer partido de fútbol hasta el tiempo con la familia en la playa.
- Una vez que tu hijo comience la escuela, debes enterarte de cuáles clases está tomando y de los nombres de sus maestros. Revisa la tarea de tu hijo con él, y ayúdale con las tareas difíciles, pero no las hagas por él. Hablamos de “como educar a un hijo”, no de “como hacer la escuela por un hijo”.
- A medida que tu hijo crezca, te puedes ir retirando poco a poco, y alentando a tu hijo a explorar sus intereses sin que estés a su lado todo el tiempo. Saber ir soltando la cuerda es la prueba de fuego de quienes aprenden cómo educar a un hijo.
3. Fomenta la independencia. Todavía puedes estar allí mientras lo animas a explorar sus propios intereses. No le digas a tu hijo qué lecciones tomar; permítele elegir entre una variedad de opciones. Puede que ayudes a tu hijo a vestirse, pero debes ir con él a comprar su ropa, porque él tiene algo que decir acerca de su apariencia. Y si tu hijo quiere jugar con sus amigos o jugar con sus juguetes por sí mismo, sin tí, déjale construir su propia identidad de vez en cuando.
- Si alientas la independencia desde el principio, tu hijo será mucho más propenso a pensar por sí mismo cuando sea adulto, y aplicará estas ideas cuando quiera saber cómo educar a un hijo.
Parte 3: Disciplinar a tu hijo
1. Entiende que los niños necesitan límites. En ocasiones, ellos ignoran estos límites. La penalización razonable es una de las maneras en que los seres humanos siempre han aprendido. Los niños (y los padres que necesitan saber cómo educar a un hijo) deben entender para qué es el castigo, y saber que su origen es el amor de los padres.
- Como padre preocupado por cómo educar a un hijo, necesitarás herramientas cognitivas si vas a corregir los comportamientos no deseados. En lugar de imponer un castigo confuso, sin relación alguna como: «Si montas tu triciclo en la calle, tendrás que equilibrar este libro en la cabeza», es mejor retirar un privilegio. El niño debe conectar de forma natural el retiro del privilegio con el mal comportamiento.
- No utilices formas violentas de castigo, como azotes o golpes. Si a un niño se le pega o golpea, no es más probable que escuche. Los padres, nunca deben golpear a un niño, bajo ninguna circunstancia. Los niños a los que se les pega, golpea o abofetea, son más propensos a pelear con otros niños. Son más propensos a ser matones y más propensos a utilizar la agresión para resolver disputas con otros. Los niños expuestos a la violencia familiar también tienen más probabilidades de desarrollar el trastorno de estrés postraumático.
2. Premia a tu hijo por buen comportamiento. Recompensar a tu hijo por buen comportamiento es aún más importante que castigarlo por mal comportamiento. Dejar que tu niño sepa cuando está haciendo algo bien, alentará ese comportamiento en el futuro. Si tu hijo se comportó bien, sea compartiendo sus juguetes en una cita de juegos o siendo paciente durante un paseo en coche, déjale saber de inmediato que notaste su buen comportamiento; no debes sólo quedarte sin decir nada cuando tu hijo se comporta bien, y castigándolo cuando no lo hace.
- No hay que subestimar la importancia de alabar a tu hijo por su buen comportamiento. Decir: «Estoy tan orgulloso de ti por …», puede hacer que tu niño sienta que su buen comportamiento es muy apreciado.
- Puedes dar a tu hijo juguetes o golosinas de vez en cuando, pero no hacer que tu hijo piense que se merece un juguete cada vez que hace algo bueno.
- Sé coherente. Si quieres disciplinar a tu hijo con eficacia, entonces tienes que ser coherente. No puedes castigar a tu hijo por hacer algo un día, y entonces darle dulces para que deje de hacerlo otro día, o incluso no decir nada porque estás demasiado cansado para discutir. Y si tu hijo hace algo bueno, como usar el baño correctamente mientras aprende a usar la bacinica, asegúrate de elogiar a tu hijo en todo momento. La coherencia cuando aprendemos cómo educar a un hijo, es lo que refuerza el comportamiento bueno y el malo.
- Si tú y tu cónyuge están criando a sus hijos juntos, entonces deben ser un frente unido ante ellos, utilizando los mismos métodos disciplinarios. No debe haber en su casa una rutina de «policía bueno, policía malo».
- Explica tus reglas. Si realmente quieres que tu hijo reconozca tus métodos disciplinarios, entonces tienes que ser capaz de explicar por qué tu hijo no puede hacer ciertas cosas. No te limites a decirle que no debe ser rudo con otros niños, o que limpie sus juguetes; dile por qué este comportamiento será bueno para él, para ti y para la sociedad en general. Cuando buscas cómo educar a un hijo, establecer una conexión entre las acciones de tu hijo y lo que significan ayudará a tu hijo a entender su proceso de toma de decisiones.
- Enseña a tu hijo a tomar responsabilidad por sus acciones. Esta es una parte importante del disciplinar a tu hijo y de la construcción de su carácter. Si él hace algo mal, como tirar la comida en el suelo, asegúrate de que asuma el comportamiento y explique por qué lo hizo, en lugar de que culpe a alguien más o incluso lo niegue. Después de que tu hijo haga algo malo, tengan una conversación acerca de por qué sucedió.
- Es importante que tu hijo sepa que todo el mundo comete errores. El error no es tan importante como la forma en que su hijo reacciona a él.
Parte 4: Desarrollo del carácter
- No reduzca la educación del carácter a las palabras por sí solas. Ganamos la virtud a través de la práctica. Los padres deben ayudar a los niños promoviendo la acción moral a través de la auto-disciplina, buenos hábitos de trabajo, el comportamiento amable y considerado con los demás, y el servicio comunitario. La línea base en el desarrollo del carácter es el comportamiento -su comportamiento. Si su hijo es demasiado joven para la conducta humanitaria real, siempre puedes enseñar a tu hijo a ser amable con los demás, sin importar su edad.
- Sé un buen modelo a seguir. Acéptalo: los seres humanos aprenden principalmente a través del modelado. También de ese modo aprenden cómo educar a un hijo. De hecho, no puedes evitar ser un ejemplo para tus hijos, ya sea bueno o malo. Ser un buen ejemplo, entonces, es probablemente tu trabajo más importante cuando aprendes cómo educar a un hijo. Si le gritas a tu hijo y luego le dices que no grite, si pateas la pared cuando estás enojado, o haces comentarios groseros sobre tus vecinos, tu hijo va a pensar que este comportamiento está bien.
- Comienza a ser un buen modelo a seguir desde el primer día. Tu hijo estará al tanto de tu estado de ánimo y tu comportamiento antes de lo que piensas.
- Pon ojos y oídos en lo que tus hijos aprenden. Los niños son como esponjas. Gran parte de lo que captan tiene que ver con valores morales y carácter. Cuando buscamos cómo educar a un hijo, vemos que libros, canciones, TV, Internet y películas están llevando continuamente mensajes -morales e inmorales- a nuestros hijos. Como padres tenemos que controlar el flujo de ideas e imágenes que están influyendo en nuestros hijos.
- Si tú y tu niño ven algo molesto, como dos personas discutiendo en la tienda de comestibles o un clip sobre la violencia en las noticias, no pierdas la oportunidad de hablar de ello con tu hijo.
- Enseñar buenos modales. Enseñar a tu hijo a decir «gracias» y «por favor», y tratar a los demás sobre una base de respeto, le allanará el camino para tener éxito en el futuro. No subestimes el poder de saber cómo educar a tu hijo en el arte de ser amable con los adultos, a respetar a sus mayores, y evitar pelearse con o molestar a otros niños. Los buenos modales acompañarán a sus hijos por el resto de sus vidas, y debes empezar a modelar tan pronto como sea posible.
- Un aspecto crucial de la buena educación es que tú mismo seas ordenado. Enseña a tu hijo a limpiar sus propios juguetes cuando tenga tres años, y va a ser un gran huésped cuando tenga veintitrés.
- Utiliza sólo las palabras que deseas que tus hijos usen. Esto es, “cómo educar a tu hijo, aún cuando no hables directamente con él”. Aunque puedas sentir el impulso de maldecir, quejarte, o decir cosas negativas acerca de un conocido en frente de tu hijo, incluso si estás hablando por teléfono, recuerda que tu hijo está siempre prestando atención. Y si estás teniendo una acalorada discusión con tu cónyuge, es mejor hacerlo a puerta cerrada para que tu hijo no pueda imitar el comportamiento negativo.
- Si haces uso de una mala palabra y tu hijo lo nota, no finjas que no sucedió. Pide disculpas y di que no volverá a suceder. Si no dices nada, entonces tu hijo pensará que estas palabras están bien.
- Enseña a tus hijos a sentir empatía por los demás. La empatía es una habilidad importante cuando queremos saber cómo educar a un hijo, y nunca es demasiado pronto para enseñarla. Si tu hijo sabe cómo tener empatía por los demás, entonces será capaz de ver el mundo desde una perspectiva más libre de juicios y será capaz de ponerse en los zapatos de otro. Digamos que tu hijo llega a casa y le dice que su amigo Jimmy fue malo con él; Trata de hablar sobre lo que pasó y ver si puedes averiguar cómo Jimmy podría estar sintiéndose y lo que le llevó a la conducta negativa. O bien, si una camarera olvida su pedido en un restaurante, no le digas a tu hijo que ella es perezosa o estúpida; en cambio, señala lo cansada que debe estar después de pasar todo el día de pie.
- Enseña a tus hijos a ser agradecidos. Cómo educar a un hijo para ser verdaderamente agradecido es diferente de obligar a tu hijo a decir «gracias» todo el tiempo. Si tienes interés real en cómo educar a tu hijo para que sea agradecido, tú mismo tienes que decir «gracias» todo el tiempo, así tu hijo verá tu buena conducta. Si tu hija se queja de que todos en la escuela tienen un juguete nuevo que no vas a dejarle tener, recuérdale cómo muchas personas son menos afortunados que ella.
- Exponla a personas de todas las profesiones y condiciones sociales para que ella entienda lo privilegiada que es, incluso si eso significa que no va a obtener una Nintendo DS para Navidad.
- Decir: «Yo no oigo decir gracias …» después de que su hijo falta a este punto, en realidad no hará tanto para que llegue el mensaje como decir «gracias» tú mismo, y asegurarte de que tu hijo te oye. Será mucho más efectivo a medida que aprendes cómo educar a tu hijo.
Consejos
- Conoce a los padres de los amigos de tu hijo; sería ideal que compartieran sus ideas acerca de cómo educar a un hijo. Tú puedes desarrollar amistades cercanas por tu cuenta en el proceso, pero al menos usted sabrás si tu hijo está a salvo en esa casa.
- Lee con precaución los libros que tratan sobre cómo educar a un hijo. Las modas de hoy en la crianza de los hijos pueden ser los titulares de mañana con los errores que precipitó.
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gracias por este real e instructivo material, es muy interesante y verdadero.
Buen libro 🙂