Las matemáticas son el calvario de muchos niños en la escuela. Esta disciplina puede convertirse en toda una tortura si no se diseñan métodos de enseñanza encaminados a que los más pequeños vean esta aproximación al mundo como algo atractivo y motivador ensu desarrollo.
Los beneficios del conocimiento matemático y la inteligencia lógica son conocidas por todos, pero la clave en el proceso educativo está en acertar en los métodos a través de los cuales se implantan estas enseñanzas.
Una fórmula interesante de conseguirlo es a través de juegos matemáticos que deben ponerse en marcha tanto en el centro escolar como en la vivienda. En este sentido, es importante profundizar en la idea de que el proceso educativo es algo transversal que va más allá del propio centro escolar e incluye el ámbito familiar y otros escenarios en los que también se aprenden valores, como por ejemplo el mundo del deporte o la música.
Qué beneficios ofrece el aprendizaje matemático para los niños
En el portal de universidades Universia señalan que aprender matemáticas conlleva beneficios como el desarrollo del pensamiento analítico y el razonamiento, la resolución de problemas en el día a día, el desarrollo de cierta iniciativa investigadora y nuevas fórmulas de análisis y pensamiento.
Además de todo esto, interesarse por las matemáticas o promover su aprendizaje en casa ayuda a que los pequeños sientan también curiosidad por otras áreas del conocimiento, pues esta disciplina está íntimamente relacionada con la música, las ciencias, la tecnología o la informática.
El mundo actual, que tiende cada vez más a una era de la incertidumbre, haría bien en dejar de lado los métodos de enseñanza más tradicionales, los memorísticos, para pasar a otros más activos, en los que haya más relación entre el docente y los alumnos y se premie más la capacidad de resolución analítica. En este sentido, las matemáticas juegan un papel fundamental y los juegos especializados en esta disciplina y otras como la lógica resultan de gran utilidad.
Por qué usar el juego para enseñar matemáticas
En todas las especies de mamíferos el juego es una especie de simulación, ensayos en los que ponen en práctica situaciones que repetirán cuando sean adultos. Una de ellas es la caza. En los humanos ocurre algo similar, todos los niños actúan en ocasiones simulando los comportamientos de los adultos.
En educación y enseñanza hay que aprovechar ese espíritu innato como especie para profundizar en el conocimiento matemático. Aprender esta disciplina puede ser divertido de la mano de juegos de carácter educativo.
Un claro ejemplo de ello es el ajedrez, un juego de mesa que ayuda a desarrollar el conocimiento lógico, la paciencia y la concentración, entre otros aspectos. Los juegos educativos matemáticos incluyen todo tipo de propuestas. Los hay que basan su funcionamiento en colores y formas, otros en el cálculo numérico y de cantidades, los diseñados para aprender geometría, también tenemos estos bloques multibase que ayudan a familiarizarse con conceptos como los cambios de unidades y las magnitudes.
La presencia de juegos matemáticos en el aula es fundamental para que los niños vean esta disciplina como algo ameno. Además, su práctica no debe limitarse a esos periodos, sino que en casa también pueden ser utilizados, pues en definitiva se trata de un tiempo de diversión y aprendizaje, luego va a tener asociadas sensaciones positivas.
Juegos matemáticos, un modo de acercarse a la realidad a través de los números
El juego es también una vía para recrear situaciones que aparecen en los libros de texto de manera estática y que se convierten en reales con estos objetos. Imaginemos por ejemplo las figuras geométricas. No hay mejor modo de que los niños o jóvenes interioricen conceptos como el diámetro o el área que utilizando figuras reales.
Otro ejemplo muy evidente de esta realidad es el ábaco, un utensilio matemático diseñado hace miles de años y que es el precursor de la calculadora moderna. Este instrumento era utilizado por los mercaderes en la Edad Media hasta la invención o el desarrollo de la aritmética. En la actualidad los pequeños pueden hacer uso de este instrumento a modo de juguete para formar secuencias numéricas y aprender operaciones matemáticas sencillas.
El mercado ofrece un sinfín de artículos de carácter didáctico que pueden ser utilizados como juguetes matemáticos en el aula y en casa para desarrollar el interés por esta disciplina, que es fundamental para su desarrollo intelectual.