Es innegable que el coronavirus no solo ha provocado un confinamiento y el cese de muchas actividades, sino que también ha provocado todo un cambio de mentalidad a nivel social. Todo ha sufrido un enorme temblor por la pandemia, pero la vida sigue, el tiempo avanza y los meses van cerrándose sin parar. El ritmo se mantiene, y eso es algo que todas las familias tienen muy en cuenta.
Porque sí, este año también hay Vuelta al cole como cualquier otro año. Sin embargo, ahora las cosas van a ser muy distintas. La seguridad va a ser lo principal en todos los sentidos, y para garantizarla, habrá nuevas normas y nuevos métodos de enseñanza. El componente online se va a convertir en algo habitual, el uso de menos material y el distanciamiento en clases reducidas. Lo que no va a cambiar, desde luego, es la necesidad de comprar material escolar.
¿Se mantendrá la compra de material escolar en la nueva vuelta al cole?
La vuelta al cole de la nueva normalidad podrá establecer muchos cambios, pero hay cuestiones que son imposibles de modificar. La compra de material escolar no es solo necesaria por lo imprescindible que es contar con libretas, lápices, bolígrafos, rotuladores y todo lo habitual en el estudio; también lo es porque resulta primordial para los alumnos, sobre todo para los de menor edad.
Puede parecer extraño, pero los patrones habituales que trae consigo el acudir a las aulas son tremendamente importantes para el correcto desarrollo de los jóvenes. Es algo que influye en aspectos tan dispares como su movilidad o incluso su capacidad para relacionarse con otros. Cosas que, de llevarlo todo al plano digital y a las clases online, se perderían por completo y podrían repercutir negativamente en el desarrollo de cualquiera que esté en la etapa escolar.
Cómo nos influye el lado tradicional de la escuela
Usar productos de papeleria es una genial forma de enseñar motricidad fina y perfilar la movilidad de cualquiera de nosotros, sobre todo a edades tempranas. Empezar el colegio o volver a él implica tomar, en una rutina diaria, hábitos a la hora de usar cosas como tijeras, lápices o bolígrafos. La correcta escritura requiere de un movimiento preciso de las manos, amén del cumplimiento de una serie de normas ortográficas y gramaticales. Se plantea así un doble desarrollo, tanto en lo motriz como en lo psicológico.
Huelga decir, además, que acudir a aulas es algo que también refuerza la disciplina y establece ciertas normas que ayudan a entender mejor el funcionamiento de la sociedad. Se establece una pequeña jerarquía en la relación estudiante-alumno que ayuda a entender conceptos como el respeto y la propia educación. Cuestiones que parecen básicas, pero que precisamente requieren bases muy sólidas para no derrumbarse por completo con el paso del tiempo.
Por otra parte, también es genial para reforzar cuestiones como el trabajo en equipo o incluso el contacto con otras personas. Hay que tener en cuenta que a la escuela no se acude en solitario, los estudiantes se rodean de compañeros de clase. Esto, aunque ahora va a implicar un menor número de alumnos por aula por las medidas de protección que se están planteando, sigue siendo esencial para socializar, para empatizar y para saber relacionarse con los demás.
Algo tan sencillo como hacer nuevos amigos puede ser especialmente complicado si se pierde algo tan esencial como es acudir a una clase y tener contacto con otras personas coetáneas. Es algo totalmente necesario y que debe prevalecer aunque haya un porcentaje elevado de lecciones online o materiales digitales para intentar reducir la asistencia a las aulas. Se debe volver a clase, se debe volver a usar material escolar, se debe seguir manteniendo esta costumbre porque es necesaria.
Los productos de papelería ya están en el punto de mira
El verano acaba de comenzar, pero ya se tienen pautas sobre cómo será la vuelta al colegio en la nueva normalidad. Las clases de educación infantil tendrán un máximo de 20 alumnos, y los estudiantes de quinto curso de Primaria en adelante tendrán que llevar mascarilla en las aulas. Se quiere mantener el modelo tradicional tanto como sea posible, pero también se están preparando medidas en caso de algún posible rebrote, apostando por el e-learning cuando sea necesario.
Aun así, las familias, bastante previsoras, ya están sondeando los productos de papelería habituales y el material escolar que siempre hace falta para cuando empiecen las clases. Todavía no hay una fecha clara para el retorno, pero la detención de la actividad del sector de las papelerías durante la fase más dura del confinamiento ha llevado a que las promociones ahora se refuercen, y eso es algo que ha hecho a este negocio estar en el punto de mira de las familias.
Con catálogos abiertos tanto en sus establecimientos habituales como a través de portales online, ahora los padres pueden empezar a comprar todo el material escolar que consideren necesario de cara al futuro. Libretas, cuadernos, estuches, gomas, lápices, rotuladores, ceras de colores, bolígrafos, paquetes de folios y un larguísimo etcétera de materiales. Todo eso está a su completa disposición con precios más competitivos que nunca para intentar hacer que este retorno sea lo más sencillo y económico posible.
Y es que las papelerías tampoco olvidan esa labor importante que se esconde tras sus productos. No solo son conscientes de que el material de papelería es necesaria para el normal desarrollo de una clase, también saben que es fundamental para el correcto desarrollo de las personas y de algunas de sus habilidades, sobre todo en las edades más tempranas. La enseñanza y este sector van completamente de la mano para ayudarnos a crecer en todos los sentidos posibles.
Por eso, se debe seguir encarando la nueva vuelta al cole como otra transición habitual, como ese proceso que tiene lugar a cada año. Puede que las circunstancias sean diferentes, pero ir a la escuela sigue siendo de vital importancia. Afortunadamente, y a pesar de las complicaciones, se volverá.