No hay nada más importante para un profesor que conseguir que sus alumnos aprendan y saquen buenas notas. Y eso no es posible si no se consigue que los alumnos presten atención a las lecciones que se les está dando. Mantener la atención de un alumno no siempre es fácil, por lo que es importante apostar por la motivación y la emoción.
Muchos expertos han analizado cuánto tiempo duran los periodos de atención de los estudiantes en el aula y no se ha podido dar una cifra exacta. Pero sí que se ha podido concluir que las clases aburridas hacen que la atención se pierda con facilidad. Si tú quieres que tus alumnos estén el máximo tiempo atentos, es importante que optes por las siguientes estrategias:
1- Llama la atención de los alumnos
Uno de los mayores consejos que te podemos dar. Antes de comenzar a hablar, haz que el silencio invada todo el aula. Eso llamará la atención de los alumnos y hará que te presten atención desde el primer momento. Si comienzas a hablar y los alumnos están a lo suyo, no te harán caso y eso hará que te cueste mucho más esfuerzo captar su atención.
2- Calentamiento mental
Los expertos de cuentaletras.com, nos han comentado que calentar la mente es primordial para que los alumnos se preparen para obtener una lección. Y qué mejor manera de hacerlo que a través de pequeños desafíos divertidos. Nos comentan que la diversión es fundamental para el aprendizaje. Por ese motivo, un pequeño calentamiento llamará su atención y será más fácil mantenerla durante más tiempo.
A la hora de crear pequeños objetivos, evita que sean de presión. Es decir, no uses la técnica de sacar a un alumno a hacer los deberes a la pizarra. Eso crea tensión y no interesa. Lo mejor es hacerlo a modo de juego. Si los alumnos te ven como alguien cercano y agradable, no tendrán problemas de participar.
3- No seas monótono, apuesta por los cambios
Un error muy común de muchos profesores es lanzarse a dar la teoría durante toda la hora de clase. Eso hace que antes o después el alumno se aburra y desconecte. Para evitarlo, se recomienda optar por los cambios de ciclo y los parones. Eso ayudará al alumno a refrescarse y en consecuencia te será más fácil que te presten atención, incluso cuando ha habido una pérdida de la misma.
A través de diferentes estudios se ha demostrado que los cambios de ciclo o parones deberían ser más o menos cada cuarto de hora. De esa manera se consigue que el alumno pueda procesar la información que ha recibido y la pueda consolidar. Luego se realiza otro bloque y el alumno seguirá con la atención. En cambio, una teoría de una hora hará que más de la mitad de la información se pierda por falta de atención. Y eso a un buen profesor no le interesa.
4- Cambia el tono y la intensidad en las exposiciones
Si llegas a clase, sueltas el rollo y te vas, puedes tener la certeza de que el alumno desconectará rápidamente y el esfuerzo no habrá servido para nada.
Para evitar esa pérdida de atención, lo más recomendable es ir variando los niveles y sobre todo los tonos de voz. Si los alumnos notan diferentes tonos de voz, les llamará la atención y querrán saber qué quieres decirles. Aunque pueda parecer mentira, los cambios de voz son muy efectivos a la hora de llamar la atención de los alumnos. Evita las clases planas o la atención la tendrás perdida, incluso si lo que estás comentando es interesante.
5- Apuesta por el humor
Un profesor no tiene por qué ser aburrido. Como nos comentan los expertos de estudiantes10.com, los alumnos prefieren a los profesores divertidos que a los aburridos. En ocasiones los profesores piensan que las clases aburridas son las mejores, pero no es así según comentan la gran mayoría de estudiantes.
Se ha demostrado que las clases divertidas ayudan a los alumnos a mantener la atención y en consecuencia a guardar la información que han obtenido con más facilidad. Con esto no queremos que la clase se desmadre, pero sí que sea divertida. Por ejemplo, puedes explicar algo y añadir algo gracioso. La clase lo agradecerá y hará que no pierdas la atención. Eso sí, una cosa es añadir humor a la clase y otra es perder el respeto de los alumnos o pasarse de gracioso. Es importante conseguir un buen equilibrio para obtener buenos resultados.
6- Apuesta por los ejemplos cercanos
¿Quieres que tus alumnos adquieran con más facilidad los conceptos que estás explicando? Intenta hacer las cosas lo más fáciles posible. Y para conseguir que la compresión sea más sencilla, te recomiendo poner ejemplos cercanos. Una buena comparación hará que los alumnos sepan de qué estás hablando y todo resulte más sencillo.
Supongamos que estás dando una clase de matemáticas. Pon esa lección con un ejemplo del día a día de los alumnos y verás cómo su atención está asegurada. Y por supuesto, les resultará mucho más fácil aprender.
7- La variedad estimula la atención
Los pedagogos siempre recomiendan que la enseñanza se realice a través de la variedad. El objetivo es captar la atención y con la variedad se puede conseguir estimular el cerebro. Una clase lineal antes o después terminará por aburrir. En cambio, las clases variadas hacen que la atención esté garantizada. Se puede optar por pequeños juegos, humor, metáforas, ejercicios, actividades… todo relacionado con la materia. Así el alumno está satisfecho, feliz y lo más importante, te prestará atención. Un alumno contento con un profesor es un alumno que supera la asignatura con más facilidad.