El Día de la Tierra es una iniciativa que tiene por misión educar y sensibilizar sobre el movimiento por la protección del planeta. La Earth Day Network cuenta con más de 75.000 socios repartidos por cerca de 192 países, comprometidos con el trabajo por la sostenibilidad medioambiental. Cada año, más de mil millones de personas participan en las actividades organizadas por ellos, en acciones que combinan las políticas públicas, las campañas de consumidores y la inversión en educación.
El primer Día de la Tierra se celebró el 22 de abril de 1970 en Estados Unidos, y movilizó a cerca de 20 millones de ciudadanos de toda clase y condición. Se considera uno de los pioneros del movimiento por la protección medioambiental moderno. 20 años después, el Día de la Tierra dio el salto a nivel global para llevar el amor por la ecología a más de 190 países y hacer que cerca de 200 millones de personas participen en la reivindicación de la necesidad de un compromiso inquebrantable con la protección del planeta de las consecuencias de la explotación al que lo somete nuestra especie.
El Día de la Tierra en 2019
En la edición de este año, que se celebró el pasado 22 de abril, la mirada estuvo puesta en lograr un compromiso con la ecología a todos los niveles, pero se enfocó en la protección de las especies. Visibilizar y poner en común las iniciativas que se implementan de forma cada vez más transversal es clave para evaluar y afrontar nuevas vías para frenar el ritmo de desaparición de los seres vivos en peligro de extinción.
Los objetivos principales de la campaña fueron: concienciar sobre la velocidad a la que se están extinguiendo millones de especies y las consecuencias de su desaparición, buscar políticas que permitan la protección de las poblaciones e individuos en sus hábitats naturales, y animar a emprender acciones individuales, como reducir el consumo de carne, adoptar una dieta más centrada en el consumo vegetal y rechazar el uso de pesticidas y herbicidas.
Este año, el impacto mediático del Día de la Tierra ha sido mayor gracias, en parte, a la labor de Greta Thunberg. Esta estudiante sueca ha logrado que los más jóvenes alcen la voz y tengan una participación activa a la hora de demandar a los actuales dirigentes mundiales que se esfuercen por no dejarles un planeta sin recursos.
“Ninguna especie puede sobrevivir sola”
La organización del Día de la Tierra busca que se entienda que la diversidad de la naturaleza es un regalo, y que los humanos tienen que convivir con los millones de especies con las que comparten espacio en este planeta de una forma sostenible y más respetuosa. No se debe alterar el equilibrio natural como se ha venido haciendo hasta ahora, ya que nuestra sobreexplotación de los recursos ha llevado a la Tierra a la tasa de extinción más alta desde la desaparición de los dinosaurios hace más de 60 millones de años.
Esto se debe a que el impacto producido por los seres humanos con la deforestación, el desplazamiento de los animales de sus hábitats, el tráfico, la polución, la agricultura intensiva-extractiva, el uso de químicos de forma temeraria… ha llevado a muchos de los ecosistemas a una situación sin precedentes. Todos los seres vivos juegan un papel único en la intrincada red de la vida, y las consecuencias de la desaparición de abejas, arrecifes de coral, insectos, ballenas… van más allá de la pérdida de diversidad en la fauna y la flora.
No todo el discurso es negativo: la tasa de extinción de especies puede reducirse y muchas de las especies amenazadas todavía pueden recuperar su población si se trabaja en equipo. Consumidores, madres y padres, profesores, científicos y, sobre todo, políticos tienen que aunar esfuerzos para remar al fin en un mismo sentido: el del respeto al planeta y a las especies que en él convivimos. Por eso asignaturas como conocimiento del medio deberían incidir más en la educación en prácticas como el reciclaje o la utilización consciente y controlada de los recursos.