Nadie duda de los beneficios que la práctica de un deporte aporta a los más pequeños de la casa. Desarrollo de la motricidad, disciplina, fortalecimiento de la autoestima, mejora de las relaciones sociales, valores como la amistad y la sana competitividad… pero, ¿qué hacer cuando son los niños los que no sienten interés por el deporte?
Los tiempos han cambiado, y si antes era difícil retener a los chicos en casa, siempre deseando salir a correr y jugar al fútbol, coger las bicicletas o practicar cualquier otro ejercicio jugando, hoy lo difícil es que quieran salir a la calle y despegarse de la pantalla del ordenador, de sus videojuegos y de sus chats.
Afortunadamente, existen diferentes métodos para fomentar el deporte en los hijos sin que se sientan obligados y, por tanto, lo rechacen. Los campamentos deportivos, en su enorme variedad y cantidad, están considerados como una de las mejores opciones posibles para que sean los propios jóvenes los que den el paso en la práctica de algún deporte.
Campus deportivos, diversión y deporte
Si existe una forma de pasárselo realmente bien en verano es participando en alguno de los muchos campamentos deportivos existentes. La actividad que se presenta en estos lugares hace del ejercicio su principal recurso y centro de diversión, por lo que los más jóvenes, que normalmente pasan su tiempo pegado al monitor del ordenador o a la pantalla del móvil, descubrirán todo un mundo de juegos que no querrán abandonar nunca más.
Un campamento deportivo tiene como temática principal la realización de un deporte o de actividades deportivas que pueden completarse con otras actividades. Existen tres tipos de estos campamentos; los de multiaventuras, donde se proponen prácticas de distintos tipos de deportes, los de un solo deporte, y dentro de estos los campamentos técnicos, que son más especializados.
Si al joven ya le gusta el deportey quiere profundizar en su práctica y aumentar sus propias habilidades, lo mejor es apuntarlo a este último, a un campus de tecnificación deportiva.
¿Qué son los campus de tecnificación deportivos?
Para que un campamento de verano pueda llevar el sobrenombre de campus de tecnificación deportivos tiene que reunir una serie de requisitos que los diferencie del resto. El principal es que pertenece a un grupo que quiere perfeccionar la técnica y la capacidad para practicar un deporte en concreto.
En este sentido, se debe destacar que las tareas se llevan a cabo en grupos reducidos, guiados por un técnico con amplia experiencia, tanto teórica como práctica, lo que incluye capacidad para demostrarla. Las clases se enfocan en la rectificación de gestos técnicos y en la mejora de su ejecución, invirtiendo el tiempo de forma personalizada en cada participante.
Otras formas de fomentar el deporte en los hijos
Aunque está demostrado que apuntar a un hijo a un campus deportivo es la mejor forma de que este comience a practicar alguna actividad física por sí mismo, no es el único método que los padres pueden utilizar. La educación en casa es fundamental, y en este sentido el ejemplo y la constancia son dos de las herramientas principales.
Mejor varias actividades a una sola
Es conveniente que el chico o la chica pruebe varios deportes, aquellos que más les llaman la atención, que practiquen de forma habitual dos o tres, aunque se especialicen en uno solo. Entenderán que el deporte está para divertirse, no para competir y que se convierta en un motivo más de presión y estrés.
Mejor en compañía
La práctica deportiva debe, como cabe suponer, desarrollarla compartida, pero el nivel de edades también debe ser amplio, es decir, tienen que jugar con niños mayores y también más pequeños. Esto les servirá para entender la importancia de aprender y de enseñar con respeto.
Es muy importante que practique deporte con gente que no conozca para que se fomente la relación con otros jóvenes, como ocurre con los campus de tecnificación deportivos, que por esto y por el aprendizaje que consiguen en el deporte que más les gustan, en la actualidad son los más demandados.
Evolución mejor que resultados
Los padres deben prestar especial atención a la evolución que el niño va desarrollando, alabando el trabajo y el progreso diario, sin poner el énfasis en los resultados por un encuentro puntual o una posición en una tabla de alguna liga. Si se centra la atención en las victorias o derrotas, se estará creando en la mente del niño la llamada competitividad negativa, que causa tristeza, desasosiego, estrés… elementos que empujan al joven a salir de la práctica deportiva.
El ejemplo
Como se comentó brevemente más arriba, pocas cosas son tan edificantes y educativas como el ejemplo, más aún en los hijos. Los pequeños ven a sus padres como reflejos de lo que ellos quieren ser, algo que podrá ir cambiando con el tiempo, pero si ya se le han inculcado hábitos saludables, como la práctica del deporte, estas permanecerán a pesar de ir cumpliendo años.