La llegada de la tecnología, de los ordenadores, y sobre todo, de los teléfonos móviles, ha hecho que la escritura pase a un segundo plano. Es un problema muy generalizado entre adolescentes y personas que no quieren complicarse la vida, escriben de cualquier manera, pero ni se les entiende ni se expresan bien. Además, el uso y abuso de los mensajes de audio ha provocado que escribir ya no sea algo importante.
Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad, la escritura goza de una importancia capital en nuestra vida y hacerlo correctamente ya no es solo una carta de presentación, sino a la posibilidad de hacer que se nos entienda y que nuestro mensaje sea claro.
Por qué es importante escribir bien
Tal y como puedes apreciar si echas un vistazo a los modelos y ejemplos de redacción no se puede escribir de la misma manera para un lugar que para otro.
Por ejemplo, si vas a redactar un texto a un amigo o familiar, nuestro lenguaje ha de ser llano, sin caer en la vulgaridad, pero no excesivamente formal. Sin embargo, si vamos a redactar una carta de presentación para una empresa que nos está brindando una oportunidad de trabajo, hemos de saber elegir el tono correcto. De ello puede depender o no que tengamos éxito.
La escritura dice mucho de los otros, bastante más de lo que podemos llegar a pensar. Nuestro ritmo de vida tan rápido y trepidante hace que no caigamos en cómo estamos redactando un mensaje de texto o un correo electrónico. No somos capaces de pararnos a mirar si lo hemos realizado correctamente, y se causa muy mala impresión si nuestro mensaje está plagado de erratas, de errores ortográficos y gramaticales, o simplemente, no se nos entiende bien.
Una correcta escritura es mucho más que saber enlazar bien un mensaje, se puede decir sin ningún tipo de rubor, que gracias a una correcta escritura podemos ser los candidatos idóneos a un puesto de trabajo. Desafortunadamente, parece que anda algo denostado, porque nuestra comunicación se ha vuelto icónica, a base de imágenes, de mensajes de audio o de video. Pero la escritura sigue teniendo esa fuerza que solo las palabras son capaces de dar.
La importancia de escribir bien puede ejemplificarse de manera sencilla. A la hora de realizar un trámite con la administración, imaginemos que, con tu propio ayuntamiento, has de realizar la redacción de un pliego de descargo. Hacerlo adecuadamente supone ya de por sí mayores posibilidades de que nuestra solicitud sea tenida en cuenta. Otro caso podría ser el de escribir una carta al director en un periódico. Si no pasa por el filtro adecuado, puede acabar directamente en la basura y no ser publicada. Pero hay unos lugares muy de moda en los que se puede apreciar en realidad cuál es el nivel de competencias que integra de una persona.
Hablamos, cómo no, de las redes sociales. Aquí es en donde se aprecia el cuidado que alguien tiene a la hora de escribir, ya que es muy habitual ver mensajes plagados de faltas de ortografía. Leer mensajes escritos exclusivamente en letras mayúsculas, con abreviaciones que no son tolerables, con errores de puntuación que hacen que el mensaje no sea capaz de entenderse o que te ahogues a leerlo porque no hay comas ni puntos. Sin embargo, proporciona mucho placer leer un buen mensaje, aquel en el que una persona se ha tomado el tiempo necesario para hacer que se le entienda. Y si una persona escribe correctamente en las redes sociales, podemos dar por seguro que lo hará bien y cualquier otro medio.
Conviene tener presente que la manera en la que nos expresemos posee mucha importancia. Si has de solicitar un aumento de sueldo a tu jefe y deseas realizarlo por escrito, han de tener en cuenta el aspecto formal y hacer que tu mensaje sea perfectamente legible, que no caiga en ningún tipo de error. Lo mismo ocurre a la hora de realizar una declaración jurada, o incluso, la de la solicitud de una beca o rellenar el parte del seguro de un accidente de circulación. ¿Ves como escribir bien es ya de por sí una garantía?
Si hablamos de escribir bien referido al ámbito académico, es conveniente saber que la práctica totalidad de instituciones académicas resta puntuación cuando se detectan fallos ortográficos graves. Esto es consecuencia de una deficiente enseñanza de la lengua, que ha llevado a que personas que tiene una titulación universitaria no sean capaces de expresarse de manera correcta. El mejor remedio para solucionarlo es leer todos los días, y ponernos ante un folio en blanco a expresar nuestros sentimientos, ideas o aquello que se nos pase por la cabeza. A escribir se aprende escribiendo, de esta manera además conseguirás interiorizar las normas ortográficas que harán de tu expresión algo ameno y fácil de leer.
